5 de septiembre de 2012

Fórmula familiar para transformar la sociedad



  1. Crecer personalmente + crecer como esposos + transmitir este amor a los hijos.
La misión de la familia: algunas características de la acción familiar:
- Decisiva e inevitable para la formación de la persona. Su misión en la educación religiosa, afectiva y sexual, de las virtudes y en la transmisión de los valores no puede ser sustituida por nadie.
-   Fundamental para el desarrollo emocional, psicológico y social
-   Permanente. Es una escuela de vida que comienza con el compromiso de los padres de amarse para siempre, y termina el día de la muerte.
La familia que humaniza a sus miembros:
-   Directa: la relación que existe entre los miembros es personal, uno a uno, cara a cara
-   Auténtica: cada miembro se muestra ante los demás como realmente es.
-   Profunda: se ama y se es amado incondicionalmente; se aceptan todos y cada uno con sus cualidades y limitaciones.
-    Flexible y estructurada: reina la espontaneidad, pero con normas y límites claros.

  1. ¿Cómo hacer que la familia transforme la sociedad?
El hogar es la primera célula de una sociedad más compleja y universal. La familia es la célula básica de la sociedad. Es el principio, la base, el fundamento de la organización social; por eso, tiene primacía sobre otras organizaciones sociales.
Esto se debe a:
-       La persona se integra en la sociedad a través de la familia
-       La familia es la primera escuela de las virtudes sociales que la sociedad necesita
-       Para el cristiano la familia es la Iglesia Doméstica.

La familia forma en los valores y ejercita en la entrega y la responsabilidad social.
En el hogar se aprenden y asimilan los valores de criterio y comportamiento que permitirán una sociedad auténticamente humana.

Entre los objetivos de la familia tiene un lugar destacado el de la apertura al mundo. El niño primero aprenderá a conocer su mundo más inmediato: sus papás, sus hermanos, sus abuelos y las personas más cercanas. El conocimiento de ese mundo con los valores del amor, el respeto, la confianza, la sinceridad, la apertura y la generosidad será básico para cruzar el umbral de su pequeño mundo y abrirse a la realidad del mundo más complejo que le rodea.

La generosidad, al ser una virtud humana, tiene que desarrollarse en el contexto de la persona humana, esto es en la parte material y en la parte espiritual, teniendo en cuenta la unidad del ser: cuerpo y alma.

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