La familia está llamada a
constituir una comunidad de amor y de vida, que no encuentra su fundamento
último en la ley, ni en la utilidad que pueden obtener sus miembros, sino en la
capacidad que tiene de amar incondicionalmente y fundar sobre ese amor una
comunidad de vida.
La familia tiene la misión
de:
Transmitir: La vida,
conscientes de que fecundidad va más allá, se amplia y se enriquece con los
frutos de la educación de los hijos.
Participar: en el desarrollo
social proyectando hacia la sociedad su experiencia de comunión, fuerza y
cohesión.
Formar: una comunidad de
personas en la que los esposos se donan entre sí y a los hijos enseñándoles a
amar.
Edificar: el reino de Dios
como Iglesia doméstica, participando en la vida y misión de la Iglesia.
Es en la familia donde
descubrimos quienes somos, al ser valorados y aceptados, y experimentando el
amor de los padres y hermanos aprendemos a amar. Esto implica en cada uno de
nosotros tomar conciencia de la importancia de nuestras propias actitudes y
acciones:
· -Frente a nuestros hijos como modelos de vida
y espejo en el que ellos se ven. Lo que vivan en nuestras familias, tenderán a
replicarlo en el futuro cuando formen su propia familia.
· -Frente a otras familias, como apoyo y
aliento. Nuestra familia impacta la vida de otras familias.
Recuerda que el futuro de las familias
depende de los padres, pues nadie puede sustituirlos en su misión.
CUAL PODRIA SER EL FUNDAMENTO BIBLICO EN ESTE TEMA
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