Hoy quiero compartir con ustedes algo del
tema de mi tesis, que es precisamente sobre la crisis en la familia, y un
aspecto a considerar son los medios de comunicación.
Para empezar hay que estar
conscientes de que vivimos un cambio de época, y que la sociedad hoy, es muy diferente de hace 50 años, debido
a la evolución natural de la sociedad, aunada a los avances técnicos y científicos,
además de la “famosa revolución sexual” de los 60’s que significó un parteaguas
en la vida familiar. Otro de los aspectos importantes a considerar, son los
avances de los medios de comunicación y su efecto tanto en las personas, la
familia y la sociedad.
Ciertamente los medios de
comunicación, llámense tv, internet, medios impresos y la radio, son meros
instrumentos que están al servicio del hombre, y éste es el que los utiliza y
los llena de sentido, que puede ser positivo o negativo. Lo vemos en un simple
programa en la tv de orden deportivo, cultural, científico, que nos comunica,
divierte o incluso enseña, pero también, estos medios son utilizados con otros
fines.
Recordemos que nuestra
sociedad está inmersa en una crisis de valores, que se vive también a nivel
mundial, donde los más importante ahora es el tener, y el sentir, por eso se
dice que tenemos una sociedad hedonista, materialista y utilitarista, y en este
sentido se lanzan algunos programas televisivos y películas, dirigidos sobre
todo a nuestros jóvenes, tanto adolescentes como adultos, y más que divertir,
pareciera nos inducen a nuevos estilos de vida, suponiendo como una realidad y
normal situaciones de la vida, que lejos están de serlo. Es el caso de la película: “amigos con beneficios”,
“amigos con derechos”, “sex and the city”, ésta última nos presenta la
incapacidad de mujeres de establecer matrimonios y familias estables, tomando
como base principios de igualdad y solidaridad en la diferencia con el varón, y
presentan problemas de depresión, ansiedad e insatisfacción.
Estas situaciones presentadas, al compararlas
con estudios serios en nuestro país realizadas por el INEGI, por ejemplo,
resultan falaces, pues para nosotros, como mexicanos, la familia sigue siendo
un factor importante en la vida. Lo grave de este tipo de programas, a más del
mensaje enviado que le resta valor a la familia, es el modelo de vida que presentan, apartado de los
valores humanos reales que nos enriquecen, como el amor, que no es simple
genitalidad y erotismo, sino compromiso de buscar el bien de la persona amada,
de solidaridad, respeto y compromiso entre otros, y la devaluación a la familia
y los valores.
Es importante por tanto,
enseñar a nuestros hijos a ser verdaderos críticos de lo que ven, oyen, y que
se den cuenta que no todo lo que nos muestran los medios de comunicación es
real y cierto, ni tampoco es lo más conveniente para nuestra vida, tanto en lo
personal, como familiar y social. ¿Has pensado el por qué nuestros jóvenes
carecen de sentido de vida, que buscan en antros, sexo e incluso drogas?
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